Cuando los vi así perchados a la sombra, en una rama a medio metro del nivel del agua, pensé que eran juveniles del otro atajacaminos que vimos en esa misma várzea.
Pero se trataban en realidad de tres ejemplares de Bacurau-de-cauda-barrada, un ave nocturna distintiva, localmente común en ríos de tierras bajas.
Usualmente se encuentra cerca del agua en regiones de bosques y sabanas, a menudo en grupos grandes y no tiende a volar alto.
Es crepuscular y nocturno; a diferencia de los Cordeiles, rara vez está activo antes del anochecer.
Durante el día, se posan cerca del suelo en ramas horizontales en densos matorrales; generalmente se posan transversalmente en la rama (en lugar de a lo largo, como lo hacen los Cordeiles), y a menudo en grupos de hasta diez individuos que se acurrucan muy juntos, mirando en la misma dirección.
Lo complicado de estas tomas en navegación, es que uno no tiene muchas alternativas a la hora de componer; el bote no tiene ni la rapidez ni la libertad de movimientos que uno posee a pie.
Aunque la ventaja es que si uno permanece tranquilo, la mayoría de las aves no se asustan tanto como al ver la silueta humana.
Desde el bote, a mano alzada, recorte para componer y acercar, revelado en Lr.
Saludos!