Gracias a todos por sus comentarios y visitas.
Desde que descubrí el macro me sobreinteresó la microfauna, esas pequeñas criaturas que apenas sabemos que existen. Particularmente me llamaron la atención los ácaros, esos arácnidos casi invisibles de los que en general sabemos muy poco, y con bastante trabajo conseguí una buena colección de los mismos.
El que se ve en la toma, es un ácaro oribátido, uno de los más pequeños y que juegan un papel importante como descomponedores primarios de la materia orgánica, sobre todo de hojas en descomposición. Viven en la parte de las hojas más bajas del césped, la que está en contacto con la tierra, pero al atardecer suelen subir un poco más arriba. Lo he fotografiado muchísimas veces ( cosa que no es tan fácil como decirlo y que me ha llevado bastantes horas tirado cuerpo a tierra sobre el césped), y estando fotografiando a uno. me di cuenta de que no conocía como era su parte ventral, simplemente nunca la había visto. Mojé entonces levemente mi dedo con la lengua y lo posé con muchísima suavidad sobre un ejemplar para que quede pegado en mi dedo, y pude hacer esta toma, que fué más que nada para satisfacer mi curiosidad.
Las franjas que se ven son mis huellas dactilares. La toma está hecha a pulso (con una mano), con flash
Iso 100, f:11, 300 mm de longitud focal, Raynox 250 y un lente de una antigua duplicadora de contacto. Tiene edición básica en ps y recorte, porque esa combinación hace viñeta.
El ejemplar mide aproximadamente un tercio de mm, quizás algo menos.
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