Después de mucho tiempo si subir casi nada, vuelvo con esta simpática cardenilla de cabeza en unos jóvenes espinillos. Con la gran crecida del Paraná, casi no quedan lugares para parar... Encontré un pedacito de tierra, de tan solo unos 2 metros cuadrados, rodeados de espinillos. Fue el lugar perfecto para descansar y esperar algún animal se acercara.
Espero que les guste. Saludos!