Momento de reflexión.

Esta ave extraña, el frailecillo atlántico, parece una mezcla de un pigüino por su figura y su torpe forma de desplazarse en tierra, y un ave colorida como un guacamayo, por los colores de su pico, de donde deriva, seguramente, su apodo de loro de mar. Esos colores llamativos son de verano y se opacan en invierno. Pueden bucear decenas de metros bajo el agua durante algunos segundos y vuelan hasta a 90km/h. La mayor parte del año viven solitarios en el mar y se reproducen en colonias, en la época de reproducción. En esta isla suele permanecer una colonia de varios miles de ellos en verano. La isla es la Gran Skellig y está abierta al público unos 8 meses por año, con un límite de unas 180 personas por día y unos pocos botes tienen permitido llegara a ella. Es muy común ver sus rostros con expresiones tristonas o pensativas, como en este caso.

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