Apasionada por la fotografía de naturaleza, encontré en este arte no solo una forma de ver el mundo, sino de habitarlo más plenamente. Cada salida con alguna cámara se convierte en un ritual de presencia: una pausa al ruido cotidiano y una invitación a la observación. En la quietud de un bosque, en la textura de una corteza, en un instante fugaz de una luz que se cuela entre las hojas, descubro la belleza de lo simple y lo verdadero. De todo eso que nos conecta como unidad.
Soy una viajera introspectiva: no viajo para llegar, sino para encontrar significados, símbolos, formas. En cada paisaje busco también una parte de mí, y en cada fotografía, un reflejo del instante que merecía ser abrazado sin palabras.
Creo que no hay momento artificial que supere a uno natural. Por eso, mi lente prefiere lo espontáneo a lo técnico, lo imperfecto a lo planificado, lo que nace del alma y el corazón antes que lo que responde a un manual. No busco la foto perfecta, sino la emoción auténtica que vive en lo cotidiano.
Este blog nace como una bitácora visual de ese cable a tierra que me devuelve al presente. Bienvenid@s a mi manera de observar.
Equipo:
Lumiz- DMC- Fz50 y celulares varios
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