Se extraña cargar el hidrohide, el equipo fotográfico y salir a buscar cualquier bañado o laguna por los caminos vecinales con uno o dos amigos. Esta es de una banquina inundada al costado de una ruta poco transitada, donde varias parejas de macáes plateados y comunes habían anidado entre los juncales.
También hubiera elegido poner el punto de atención en el centro del encuadre, por la pose y la escena en general se compensa perfecto. Excelente. Abrazo