Estas pequeñas avispas son comunes en la Reserva Ecológica Costanera Sur, en CABA. El avispero, grande, estaba a unos 15 o 20 m de un mirador quemado. Entré a la zona y caminé entre el barro y los pastos secos para disfrutarlo. Había muchísimas avispas. Me entusiasmé mucho y lamenté estar solo. Cuando vi que parecía haber una entrada en un costado, me acerqué a esa parte del avispero y aproveché lo que pude para seguir fotografiando, tratando de no tardar mucho, para no molestarlas ni arriesgarme a que me atacaran. Así y todo, el tiempo pasó volando y yo estaba a 1,7 metro. Cuando me di cuenta, me fuí... pero no solo... Sentí golpeteos en la gorra y un pinchazo en el abdomen. Tenía por lo menos una docena de avispas sobre mi riñonera negra, un par sobre la camisa y algunas sobre la gorra. Sacudí la camisa y la gorra, recé un poco y busqué la salida, que estaba tapada. No la encontré, pero me calmé, busqué en mis recuerdos la referencia de distancia que tomé cuando entré a lugar y, recién entonces, encontré el sendero tapado (unos 4 o 5 metros) hasta el camino normal. Agradezco que sólo me hayan advertido y que no sea alérgico a su veneno. El suave ataque sólo picó y se enrojeció menos que con una picadura de mosquito. ¡Para colmo había llevado la camis más finita!
La imagen tiene un poco de recorte, ajustes básicos, subexposiciones zonales y saqué pedacitos cortados de avispas que quedaron en los bordes. La foto la saqué con un 100-300 VR. ¡Ojalá hubiera tenido el 100-400! No daba para un macro porque estaba solo...
|
coincide con esta id:
eliminar
|
|
|
|
coincide con esta id:
eliminar
|
|
|
|