De fondo los locales, los que están todo el año y al frente los visitantes invernales.
Un par de ejemplares de Parina Grande, con diferentes coloraciones junto a una Parina Chica, haciendo evidente por su tamaño el porque del nombre.
Han llegado en gran número, como todos los años a la Laguna de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, para pintar de rosado las playas del gigante salado.
Y uno de los pocos ambientes de Argentina donde se puede ver de cerca las tres especies de flamencos que se distribuyen por el país.
Estos ejemplares estaban en Laguna del Plata, una bahía junto a la desembocadura del río Suquía, lugar al que fuimos por la tarde ya que suponíamos había menos viento y no estábamos errados.
Al principio cuesta distinguirlas de los flamencos australes, pues los diferentes tonos de rosado se confunden, pero haciendo un examen detenido con el teleobjetivo o con binoculares se las va discriminando.
La grande es incluso mas alta que los flamencos, pero dentro del agua no siempre destacan por lo irregular del lecho barroso.
Agachado y semihundido en el barro de la costa, recorte para acercar y aislar estos ejemplares, revelado en Lr.
Saludos y que tengan una excelente semana!