Este bichín es uno del que no hay muchas fotos, y ya se imaginarán el porque!
Se trata del Pijuí Ceja Canela, un pijuí de las Yungas que como toda su familia ha evolucionado para complicarle la vida a los fotógrafos de naturaleza.
En este caso el escenario fueron las yungas catamarqueñas de La Merced.
Encontrarlo en este ambiente no es digamos que muy difícil, se lo escucha e intuye detrás de la maraña de vegetación.
Cada tanto se muestra, por partes...curiosea y se aleja.
Al rato vuelve, uno ya adivina el circuito que le gusta hacer, se posa en esa rama, luego baja cerca del suelo, desaparece y vuelve a aparecer.
Pero casi nunca se queda quieto, es una prueba de fuego para el espíritu del fotógrafo y para el autofoco de la cámara, aunque a veces es mejor usar el enfoque manual.
De tantas fotos que fueron a parar a la basura, rescato esta que les muestro.
Una toma a contraluz pero con el ave bastante limpia.
Sirve como para mejorar el pobre registro que tenía, veremos que pasará en nuestro próximo encuentro.
A mano alzada, recorte para acercar y pasar a 16:9 y revelado en Lr.
Muchas gracias por compartir sus opiniones de mis fotos!