En una familia en la que la mayoría de las especies son nocturnas y solitarias, el gregario y parcialmente diurno Bacurau-da-praia es uno de los más aberrantes entre los añaperos.
De colores claros, habita cerca de ríos amazónicos donde se camufla posado en las playas y ramas, aclaro que siempre y cuando tenga ganas de posarse en un lugar que no sea un tinglado o un cable, como fue cuando los encontré.

En vuelo, se aprecia una amplia franja blanca en el ala además del pecho y el vientre blancos, los cuales contrastan claramente con las zonas negras de su plumaje.
Fue rarísimo ver estos añaperos posados por decenas en plena siesta en los cables del puerto de Iranduba, al rayo del sol como si de palomas se trataran.
A mano alzada, muy poco recorte para componer y revelado en Lr.
Saludos!