Un día en junio recorrí los senderos del PP Cruce Caballero con mi hijo y nos cruzamos con esta hembra de Carpintero cara canela que estaba forrajeando tranquila al lado del sendero, un encuentro que ocurre tal vez una de 50 visitas al lugar en mi experiencia. Mientras que forrajeaba tenía un fondo caótico de hojas y cielo, pero después de 15 minutos subió al punto de la rama con un fondo más tranquilo y fue a limpiar las plumas y a descansar. Por unos diez minutos retiró una pata y se quedó colgada en una sola pata. En la foto se ve un dedo de la pata izquierda entra las plumas del pecho. Un momento íntimo, tranquilo y raramente visto de esta especie rara.