Seguimos en la Pampa de Pocho subiendo hacia el camino de los túneles y de repente aparecen palmeras, y muchas buscando información llegué al sitio web "Argentina para mirar" de Verónica Grondona que me resultó muy interesante (http://www.argentinaparamirar.com.ar) y obtuve la siguiente información:
El caranday (Trithrinax campestris) es una palmera cuyo aspecto característico es dado por los restos de las frondas muertas con sus vainas (“pollera”) que conserva pegados al tronco.
Sus flores blanco-amarrillentas afloran entre marzo y abril, y sus frutos son carnosos, esféricos, amarillentos, semejantes a pequeños coquitos.
El caranday es típico del chaco árido, serrano y semi árido, y del espinal, y se encuentra en el oeste de Uruguay y en Argentina. Sin embargo, en las crónicas de la entrada española en América no hay ninguna mención de estos palmares que se pueden ver hoy en el centro del país, siendo la primer referencia de una centuria después de la invasión española en la región, en una carta de un jesuita mendocino que los ubica únicamente en el territorio de San Luis.
Las formaciones actuales serían entonces el resultado combinado de la tala intensa, el sobrepastoreo y los incendios. La Palma Caranday es capaz de rebrotar tras un incendio forestal. Los incendios queman la "pollera" y dejan al descubierto la corteza lisa, dentro de cuyos tallos carbonizados sobrevive el brote. Las semillas se ven favorecidas por la acción del fuego para germinar. Por otra parte, las vacas se alimentan de los frutos azucarados y diseminan las semillas por el monte. Y, finalmente, la tala selectiva de especies leñosas, deja el campo libre para que las palmeras se dispersen.
Tradicionalmente se han utilizado las diversas partes de la planta como materia prima para artesanías y construcciones: con sus hojas se confeccionan abanicos y cestos; con sus vainas fibrosas se producen sombreros y adornos, y sus bordes filosos son usados como palillos para copetín; cocinando el follaje nuevo se obtiene cera vegetal; los cogollos también son alimento para el ganado; la colana (hebra que se obtiene de las hojas) se vendía en otras épocas como cerda de cepillos, o para hacer escobas; el fuste de la palma se usaba, partido en dos y aserrado en trozos, como tejas para los techos de las viviendas de la zona; la fruta machacada en agua fermentada se utiliza para destilar aguardiente y; una fábrica de San Pedro Norte, en el departamento de Tulumba, en Córdoba, aprovechaba esa fribra para la confección de suelas de alpargatas, sin matar la planta para obtener la materia prima.
Algunos, sin embargo, arrancan ejemplares adultos para venderlos como planta ornamental, con un alto impacto negativo en el medioambiente, ya que el crecimiento de las palmas es muy lento, y hacen falta años para que los ejemplares alcancen porte arbóreo.
Datos de la foto:
Vel 1/500
f: 11
ISO 400
long focal 48mm
luz fuerte en pleno mediodía
Revelado Raw, corrección de contraste y máscara de enfoque en PS CS5, redimencionamiento y recorte para apaisar en Photoscape
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