Fotografía obtenida en Miramar, zona rural aledaña a la Laguna Mar Chiquita, al este de Córdoba.
Intenté perpetuar un instante del ocaso que me impactara, más allá de su entorno de fuego.
Buscando el lugar y el modo de lograrlo me subí a una especie de atalaya de madera, un viejo observatorio de aves que ya no cumple con la función para la cual fué erigido, dado que con la bajante de las aguas de la laguna, el lugar apenas está anegado, por lo que ya no son tantas las aves que se pueden observar en ese sitio.
Tras algunos minutos de paciente espera, intuí que el momento se aproximaba; cuando el sol se posicionó por detrás de la rama, disparé.
El trozo de rama seca que eclipsa una franja del sol, se me antoja incandescente. Tan solo unos instantes después, la noche llegó implacable; recién entonces la seca rama comenzó a enfriarse, a la espera del día siguiente en que, casi a la misma hora, sería sometida nuevamente por el abrasador paso del sol.
Monopié, cuadro completo, mínimos ajustes básicos con ACR.
Saludos y buen fin de semana para todos.-
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