Levantarnos y que las aves nos estén esperando es un lujo que en mi caso sólo se dio en Iberá. Es otra de las fotos de mi archivo, espero que les guste. Gracias a todos por todo, un abrazo.
Canon 40D, Canon 70/300, a pulso
1/250, f/5.6, iso 800, 300mm, manual
Sí Andres, llovía. En esa oportunidad llovió toda la semana, por suerte en el hotel les daban de comer a los pájaros y venían en cantidades así que aprovechamos igualmente el viaje. Muchas gracias Andrés por estar siempre presente, un abrazo.