La espera del gigante...

En la isla de Año Nuevo se encuentra una de las colonia de Petreles Gigantes más grande del mundo.
La isla, a diferencia de Estados, no tiene un solo árbol. Nada se yergue más allá del metro y medio y por eso es que el faro, plantado en el centro de la misma, destaca su figura desde el horizonte mismo.
La superficie es arrasada violentamente por los vientos del Pacifico, a lo largo de casi todo el año. Por eso la vegetación es muy achaparrada y si uno se mete dentro de ella y baja a la altura de la visión de un pingüino, se transforma en un tupido bosque miniatura. Casi toda la isla está cubierta por este tipo de vegetación y los animales se desplazan dentro de ella por senderos, igualitos a los que usamos nosotros para andar por el monte.
Los Petreles construyen sus nidos en los márgenes de estos bosques, cerca de los acantilados. Donde encuentran pequeños espacios de suelo limpio donde poder carretear en caso de una huida. Es como si tuvieran una pista de aterrizaje en la puerta de sus casas.
Cuando las enormes aves me vieron llegar desde el pequeño bosque, no parecían sentirse amenazadas por mi. Y se quedaron sentadas en sus nidos , pero listas para saltar a la plataforma de despegue. Todas ellas estaban con huevos.
Desafortunadamente no di con ningún ejemplar de Petrel Gigante Obscuro, que se mezclan con sus primos más claros y conviven sin notarse mayores diferencias. A la vista del buen cubero, todas eran unos pajarotes del mismo modelo.

Petrel gigante antártico - Macronectes giganteus Gustavo Castaing (autor) asignó su foto a la especie Petrel gigante antártico - Macronectes giganteus ver familia  ver especie	coincide con esta id: Petrel gigante antártico - Macronectes giganteus eliminar

propone la especie: Justificación:	coincide con esta id: Petrel gigante antártico - Macronectes giganteus eliminar