Entre las numerosas bandadas de rayaditos que recorrían los bosques de lengas habían algunos individuos algo diferentes, parecían como espías estar infiltrados en estas bandadas tratando de pasar desapercibidos, pero su pico levemente curvado hacia arriba y su anatomía algo cabezona hacía que los picoleznas sean fácilmente identificables entre sus compañeros.
Buen finde para todos
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