NORTH SEYMOUR ISLAND, Galápagos - Las aves se mueven con gracia cómica, como Fred Astaire y Judy Garland mientras el hobo se hincha con zapatos de gran tamaño . El macho mira a la hembra y, lentamente, lentamente levanta un pie, lo baja y levanta el otro. ¡Mira mis pies! Son azules. R eally, muy azul.
La hembra refleja sus movimientos pesados. M ine son azules, también. ¿Es este terreno pegajoso, o qué?
Se inclina, extiende sus alas, apunta su pico hacia el cielo y silba sin aliento, como si soplara una flauta de juguete. Ella gruñe y se tambalea hacia él, y tocan billetes. Él agarra un guijarro, y vuelven a tocar los billetes; deja caer el guijarro y lanza una ramita. Clack, silbido, gruñido, silbido. Y de repente, ella retrocede.
Desesperado, el macho comienza solemnemente a subir de nuevo, mostrando sus hermosos pies de color verde azulado. Pero el cortejo ha fracasado, y cuando la hembra nuevamente levanta un pie en respuesta, parece como si se estuviera despidiendo.
Es hora de salir aquí para el piquero de patas azules. En todas partes, docenas de veces al día, las aves marinas grandes y hermosas están haciendo su desfile de cortejo altamente ritualizado, una de las razones por las que los piqueros se encuentran entre los residentes más celebrados y queridos de este archipiélago.
https://www.nytimes.com/2017/03/06/science/galapagos-blue-footed-boobies.html
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