Tema: Yabotí, en manos de brasileños


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Ultima respuesta por Horacio Alberto el 12/08/2010 a las 08:00 Ir a la ultima respuesta

  25/07/2010 6:17 pmtema inicial  
Fuera de línea Leonardo Díaz Cillo
Yabotí, en manos de brasileños
El artículo del periodista Mauro Parrota (El Territorio), que aquí reproducimos, cuenta en detalle la endeble frontera entre el área protegida y el Brasil. Es permanente la invasión de depredadores del hermano país. Se llevan los árboles y animales. Hasta arman huertas y plantan cítricos en estas tierras. El trabajo de los gendarmes y los guardaparques, una misión imposible. Un grave problema que persiste desde el mismo momento que se creó la Reserva…(*)

Antes de la salida del sol, afinando los oídos en la inmensidad de la selva es posible oír con claridad a las motosierras. Es una, quizás sean dos. La tala de árboles estaba, otra vez, en su apogeo. Pronto también se escucharán a los perros. Y no uno, ni dos o tres, sino más de 10. Todos detrás de los animales para acorralarlos y entregarlos a sus matadores. El amanecer, entre la densa niebla en las serranías de la reserva de Biósfera Yabotí, es una vez más, sinónimo de seguir los rastros y los movimientos de los cazadores brasileños que se internan en la verde geografía misionera, cruzando el accesible río Pepirí Guazú, kilómetros arriba de los Saltos del Moconá.
Las batallas de Yabotí se libran casi a diario. Tiros entre cazadores/apeadores con gendarmes. Muertos en enfrentamientos y muertos en guerra entre los propios brasileños. Corre sangre en la selva, ya no tan impenetrable como décadas atrás. El Grupo Especial de Operaciones de Monte del Escuadrón 12 de Gendarmería se interna unas tres veces por semana en la reserva para intentar cazarlos. Así, literalmente, mejor si es con las manos en los enormes troncos que preparan para cruzarlos al Brasil o con los animales estaqueados. El comandante Alejandro Cabanas, el jefe del grupo especial, repite eso de que siempre “es mejor agarrarlos cuando están cometiendo el delito”, en referencia de que por el contrario, los hombres pasarán por el Juzgado y luego lo volverán a ver en la selva.
“Siempre dicen que es la primera vez que están haciendo eso, pero cuando llegan al Juzgado, todos dicen ¡otra vez este!...”, cuentan casi todos los integrantes del equipo que llevó a El Territorio a una de sus intervenciones en el corazón del Yabotí durante dos días. Es que los cazadores brasileños conocen bien las reglas. Y saben que en Argentina la legislación es más amable de lo que pudiera sucederles si hacen lo mismo en su país. En su país, en donde la depredación ya fue concretada y en sus tierras ya no hay más lugar, o poco, para seguir sembrando.
Y desde el aire, y no tanto, la topogeografía de la zona lo dice todo: el monte virgen del lado argentino contrasta con las tierras deforestadas y los campos sembrados del lado brasileño, separados por el Pepirí Guazú que en algunos tramos no supera los diez metros.
Y esa singularidad geográfica parece ser la raíz del problema. La dificultad para controlar palmo a palmo el estado de la reserva. Es que el lado argentino tiene como contrapartida la facilidad de acceso, cruzando el río con pequeñas canoas o incluso a pie, que tienen los brasileños que viven a metros en la otra costa.
Para el comandante Cabanas la lucha es difícil siempre que se sigan encontrando con los mismos que ellos pudieron detener. Y como lo dijo varias veces y con las pruebas a la vista de todos, los predadores contaron y contarían con la complicidad de quienes trabajan en la selva para los obradores de las empresas que tienen el permiso de explotación forestal en la reserva. “Hay huellas de las Zanello (máquinas)… eso es visible y llegan hasta la costa del río”, se lamenta quien hace unos cinco años recorre el Yabotí.
El mundo verde, y privado…
La reserva de Biósfera Yabotí está ubicada en los departamentos de San Pedro y Guaraní, comprendiendo los municipios de San Pedro y el Soberbio, en la zona Centro - Este de Misiones.
En la parte Este limita con el Brasil y comprende gran parte del Estado de Santa Catarina y parte del Estado de Río Grande Do Sul, donde se encuentra el parque Estadual Do Turvo, en su límite con Misiones, sobre el Río Uruguay, a la altura de los Saltos del Moconá.
La reserva de Biósfera de Yabotí está constituida por 119 lotes, en su mayoría de propiedad privada. Quedan incluidas dentro de esta reserva al Parque Provincial Moconá y la reserva de Esmeralda, ambos de dominio del Estado Provincial. La superficie que ocupa la reserva es de aproximadamente 240 mil hectáreas, cubriendo en su mayor parte un relieve de serranías, habiendo en muchos casos pendientes muy pronunciadas.
Las alturas varían desde los 200 metros sobre el río Uruguay, hasta los 648 metros en el sector NE de la reserva.
Organización brutal
En esas casi 250 mil hectáreas los cazadores depredadores lo tienen todo organizado. Parecen jugar a las escondidas con quienes cuidan e intentan preservar a la reserva. Se llevan toda la madera que pueden, especialmente el cedro, especie que en Brasil no hay. Los gendarmes se topan demasiado seguido con rollos que no pudieron ser pasados por el río al otro lado de la frontera. Y si no fueron pasados, fue precisamente porque los campesinos supieron a tiempo de la presencia de los del equipo especial.
Pero quedan demasiado cerca de la pendiente, hacia el Pepirí, es cuestión de empujarlos y después pasarlos por canoa o simplemente arrastrados por las vacas, esas mismas que antes habían sido cruzadas para que se alimenten del Yabotí, porque tampoco lo pueden hacer en sus campos repletos de sembradíos de poroto, maíz y soja.
“Estos son algo así como piquetes”, dijo uno de los gendarmes, mostrando un pequeño cerco de alambre de púa en el angosto camino entre la selva, rumbo a la frontera. Se explica entonces que es para cerrarles el camino a sus animales sueltos en el Yabotí y que no vayan más kilómetros arriba de lo deseado.
Pero esos cercos no impiden que sus otros animales, sí hagan para los que fueron perfectamente entrenados. Los perros, similares a los galgos (según quienes ya los vieron al cazar a los cazadores en varias oportunidades) son soltados en grupos de más de 10 para que en contadas horas, o menos, empiecen a acorralar y correr animales. “No hay preferencias, entran todas las especies”, explican. “Tatetos, jabalíes, antas, ciervos… los corren y cuando se cansan los animales van solos a tomar agua… y allí están los cazadores que de inmediato los matan”. Los cazadores viven del Yabotí y en el Yabotí. En los lugares en donde acamparon y acampan, es común ver plantas de mandarinas brasileñas, esas que saben a limón. Planta ajena a la selva, sí, pero en pie porque ellos se encargaron de plantarlas para usar sus frutos nada menos, como aderezo ideal al asar a los animales que cazan mientras depredan la rerserva.
Y esos campamentos cambian sistemáticamente. Suelen, sin embargo, quedarse hasta días.
“Una vez descubrimos que hasta habían hecho una huerta.... sí, en serio, lo cual indica que planifican”, dijo como asombrado y no tanto, el comandante mientras rememoraba la situación de Pedrao o Pedriño. Pedro, en realidad. Las caminatas pueden sumar hasta 15 kilómetros y sólo una salida a verificar una situación para sorprender a los furtivos, puede llevar más de medio día, y a veces sin contar el tiempo de regreso. A pesar de que se indica que en el Yabotí, de acuerdo a relevamientos no muy lejanos a 2010, existe un 33 por ciento del plantel faunístico de la provincia, en 48 horas junto a los hombres especializados de la fuerza nacional, pocos fueron los animales avistados. Y el silencio de la espesura verde daba cuenta de una llamativa ausencia de las 103 especies citadas de aves.
El sol penetra, considerando a la selva como una reserva desde hace menos de 20 años, demasiado rápido.
Como casi sin freno de esos supuestos imponentes árboles.

* Informe periodístico publicado en el diario El Territorio, el 11 de julio de 2010.

Fuente: http://elparanaense.com.ar/paranaense/index.php?option=com_content&task=view&id=1724&Itemid=1


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  26/07/2010 11:33 amrespuesta #1 
Fuera de línea Eduardo Militello
RE :Yabotí, en manos de brasileños
Gran verdad todo lo que se cuenta aqui, pero es una infima parte del problema, solo imaginense si esto es solo lo que pudo plasmar un periodista despues de un par de dias de recorridas la cantidad de delitos que se comenten en la impunidad de la selva a diario. Si para el PN Iguazu de 67.000 hectareas somos tan solo 20 Guardaparques y corremos detras de los problemas, imaginense Mocona con una topografia mas escarpada y una superficie muchisimo mas grande. Otra cosita en Misiones existen 500 especies de aves asi que el articulo se queda corto y el llamado Jabali no es ni mas ni menos que el amenazada pecari labiado.
Un saludo a todos.
Eduardo


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  26/07/2010 11:36 amrespuesta #2 
Fuera de línea Francisco Lucero
RE :Yabotí, en manos de brasileños
Tristisimo, pero es de esperar cuando pasan y pasan gobernantes que miran para otro lado o para si mismos, y ponemos plata para cosas intrascendentes y no para defender nuestro territorio. Lamentable.

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  27/07/2010 3:42 pmrespuesta #3 
Fuera de línea antonio perez abella
RE :Yabotí, en manos de brasileños
Sucede que ahora hay reservas que son un simple verso...
Quedan solo en papel... Una muestra de esto es que en Salta por ej. en la Reserva De Biosfera De Las Yungas se deforesta y se siembran transgenicos.
En la puna, teoricamente hay una reserva de 1.440.000 has pero... se hace mineria...
Cuando los politicos hablan dicen que la provincia tiene el 16% de su territorio protegido, cosa que es totalmente falsa porque son muy pocas las areas que estan protegidas efectivamente.
Yo me animaria a decir que Salta no tiene mas de 300.000 has protegidas de una totalidad de 15.500.000 has approx. o sea menos del 2%.
Creo que hay que definir que se protege y que no exclusivamente con informacion cientifica sin consensuar nada con nadie, indemnizar si es necesario a los privados afectados y pasar a otra cosa.
Saludos.


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  12/08/2010 8:00 amrespuesta #4 
Fuera de línea Horacio Alberto Dali
RE :Yabotí, en manos de brasileños
Impresionante lo que traes a conocimiento, ya tenía referencias de lo que estaba pasando pero en esta nota se explicita crudamente la realidad. El uso de la palabra "política" estaría casi vedado en este foro pero todos y todo el tiempo hacemos política, no partidaria, pero cada actitud nuestra ante los conflictos denota una manifestación de esa naturaleza. A qué voy ?. Pués hasta que no exista entre nosotros una clara convicción "política", seria y profunda de defensa del ambiente, todo va a cambiar para mal. La frontera de la producción avanza sin cesar. Desmontes para pino y eucaliptus para alimentar a la industria. Generación de represas que inundan miles de has de monte nativo..etc..etc. La ausencia o escasa presencia del estado en ciertas materias también es un mensaje político de lo que se quiere. De última es importante nuestra propia conducta colectiva al momento de decidir el consumo. ¿ Nos preguntamos cada vez que adquirimos un producto a quién estamos perjudicando ?. Muy importante lo que trajistes como noticia Leo, te mando un saludo
Horacio


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