Tema: Una tarde especial...


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Ultima respuesta por Horacio Alberto el 09/01/2007 a las 06:38 Ir a la ultima respuesta

  04/01/2007 2:33 pmtema inicial  
Belen Etchegaray
Una tarde especial...
Una de las desventajas que tiene el querer fotografiar "grandes bichos" es que son casi imposibles de ver en la naturaleza... y si uno tiene la suerte de cruzarse con uno, rara vez puede lograr una buena foto (bueno! salvo Pablo Rodríguez que todo lo puede!! jeje).

En cierta oportunidad, de una editorial me pidieron fotos de Aguará Guazú, y... que lindo brete!! obviamente que solo las podía obtener de animales cautivos y para complicar mas las cosas, el Aguará no es un animalito que se deje ver -menos fotografiar- fácilmente dado que, por sus costumbres nocturnas, es bastante raro poder verlo a la luz del día.

Ya en otras oportunidades había intentado hacerle fotos, pero siempre lo encontraba durmiendo debajo de los pastos altos donde solo dejaba asomar una oreja y mas allá de las largas horas de espera, de los llamados de sus cuidadores y demás artilugios, nunca había podido tener una linda foto de aguará de cuerpo entero.

En esa oportunidad fui al Zoo con una dosis extra de paciencia y el desafío de obtener la foto buscada... a sabiendas era muy posible que regresara sin una sola foto.
LLegue y lo vi echado debajo de los pastos... por lo que me resigné a esperar y me senté en el piso al lado de la reja... de pronto veo que se levanta, me mira confiado y se comienza a acercar... no me moví, ni siquiera levante la cámara... paso a paso se acercó hasta quedarse a menos de un metro.
Sin sacarle la vista de encima pero sin moverme vi como de golpe se me pone a pocos centímetro y me olfatea... le acerco la mano con cuidado y me la huele tranquilo... Asi se quedo un rato sentado a pocos metros de mi, por lo que aproveche a dejar la cámara en el piso y agarrar la coolpix para poder sacarle un par de fotos (mas como recuerdo que como material para la editorial)...




la primera se la saque cuando miraba para otro lado temiendo que al ver la camara se asustara... pero no sucedio eso, sino lo contrario! cuando vi la camarita que pasaba el lente por la reja, se acerco a olfatearla... clic.




Después de sacarle un par de fotos, veo que se pone en esa posición típica de los perros cuando quieren jugar (con la cabeza y las patas delanteras bajas y la cola para arriba)... no lo podía creer!! Me estaba invitando a jugar?
Me paré y en ese mismo momento comienza a correr por todo el recinto... pero no como escapando, sino realmente con ganas de jugar!!! Agarro la Canon y le saco un par de fotos, pero comienza a llover, por lo que la meto dentro de la mochila y tomo la coolpix la que dejo en mi otra mano.




Dejo la mochila en el piso y me quedo quieta viendo como sigue corriendo de un lado a otro, parando por momentos y mirándome como invitándome a que lo corriera... cuando yo me movía, volvía a correr para pararse en otro lado y esperar a que lo siguiera.
Después de un rato decido moverme despacio e ir a la otra punta del recinto, cuando noto con sorpresa que el Aguará se me acerca y me sigue caminando a mi par. No podía creerlo, por lo que me muevo de un lado a otro... y sí, me está siguiendo!!!

En ese momento me vuelvo a sentar en el piso ya sin importarme la lluvia y el vuelve a hacer lo mismo... me olfatea una y otra vez, hasta que se acuesta al lado mio. Así nos quedamos un laaargo rato... yo sentada en el piso y el echado al lado mío apoyando la cabeza a la reja de vez en cuando para que lo acariciara... hasta que la lluvia era demasiado fuerte y el personal del Zoo ya me estaba mirando con cara de "que hace esta loca sentada bajo la lluvia?" por lo que decidí resguardarme (a mi y al equipo) de la lluvia y alejarme del recinto.

Sin duda alguna esta experiencia no tiene punto de comparación con una vivida en la vida silvestre... pero en lo personal me regalo un contacto muy especial con una de las especies en peligro de extinción (junto al yaguareté y al oso hormiguero) con las que mas comprometida me siento.
Cabe aclarar que aunque no logre la foto buscada y regrese muchas veces mas al Zoo, nunca mas se volvió a comportar de esa manera y, hablando con los cuidadores, me dijeron que es rarísimo que hiciera eso... por lo que la magia y la conexión fue doble y la guardo como uno de los recuerdos mas fuertes vividos con especies en cautiverio la que, mas que nunca, me compromete a la difusión de su problemática de conservación.

Salu2

pd) no se si estoy haciendo bien al aplicar las fotos... si no salen, sepan disculpar!


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  04/01/2007 5:52 pmrespuesta #1 
Fuera de línea Silvia Vitale
RE :Una tarde especial...
Me encantó la historia, asi de simple...
Felicitaciones
Silvia


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  04/01/2007 6:07 pmrespuesta #2 
Fuera de línea Guillermo Soteras
RE :Una tarde especial...
Me gustó mucho tu relato Belén, mientras lo leía casi, casi, que lo viví contigo.
Indudablemente el personal que te miraba allí no iba a entender nunca la magia del momento que estabas viviendo, la vida y la naturaleza, aunque rejas de por medio te estaban obsequiando con uno de esos momentos que no se olvidan, que nos marcan por su esencia y los atesoramos así nomás, tal como los vivimos.
Hermoso tema, gracias por compartirlo.
Bachi


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  08/01/2007 1:52 pmrespuesta #3 
Fuera de línea Juan Manuel Mercante
RE :Una tarde especial...
Hermosisima tu anécdota Belen. Ya lo creo que no lo vas a olvidar jamás. Para los que nos gustan los "bichos" este tipo de situaciones nos quedan grabadas para siempre.
Un saludo.-


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  09/01/2007 6:38 amrespuesta #4 
Fuera de línea Horacio Alberto Dali
RE :Una tarde especial...
Hermosa historia, por un momento ambos rompieron el cerco, gracias por compartirla. Saludos

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