Tema: La Pampa - Recuperan ocho pumas víctimas del tráfico ilegal


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  27/01/2007 9:29 amtema inicial  
Fuera de línea Irene Frauenlob
La Pampa - Recuperan ocho pumas víctimas del tráfico ilegal
Los capturan para soltarlos adormecidos en cotos de caza

SANTA ROSA.- Son capturados con trampas, enjaulados, anestesiados, vendidos a cotos de caza y vueltos a liberar, otra vez anestesiados, para que decenas de cazadores los atraviesen con balas de fusil. Así parece ser el negocio del puma en La Pampa, que está engordando las billeteras de los dueños de los cotos: ganan hasta 2500 euros por animal capturado.

Hace una semana, ambientalistas denunciaron que el estado pampeano directamente no hacía nada para controlar el tráfico ilegal de esta especie autóctona. Ahora, la Dirección de Recursos Naturales de la provincia intentó responder: secuestró ocho pumas que estaban enjaulados ilegalmente.

Dicen que por 2500 euros cualquier encargado de un coto es capaz de todo para ofertar el trofeo. Por eso se sospecha que en muchos casos no recurrirían a los campos de cría habilitados: los conseguirían, más baratos, mediante el contrabando.

El procedimiento policial se llevó a cabo en un campo ubicado a 70 kilómetros al sur de Santa Rosa. Es propiedad de un empresario mendocino, que también tiene inversiones en una radio AM de La Pampa, campos en el sur cordobés y viñedos en Mendoza.

A algunos no les llamó la atención. "En La Pampa se matan miles de animales que después se pudren en los fondos de algunos complejos hoteleros". La frase la había lanzado Jennifer Ibarra, presidenta de la asociación mendocina Cullunche, cuando denunció a este empresario como integrante de una red de tráfico ilegal de animales.

Según la denuncia, compraba pumas en Córdoba, decía que los llevaba a su zoológico privado en Mendoza, pero finalmente eran ofrecidos a cazadores en La Pampa.

En el gobierno pampeano no dieron muchos datos. Los funcionarios sólo dijeron que el predio donde se encontraron los animales no estaba autorizado para la cría. Y que estaban averiguando de dónde provenían los felinos.

Por estos lares se ha creado una suerte industria del puma. Quienes se arriesgan son los "leoneros", personajes casi marginales que se encargan de cazarlos, gratis, en cualquier campo donde se sospecha que están matando corderos y terneros recién nacidos.

Los pumas son atrapados con trampas. Los que logran zafar, terminan con horribles mutilaciones en sus patas. Los que no, son anestesiados y enjaulados para ser vendidos a los cotos. Los "leoneros" se quedan con unos 1000 pesos.

Ya en su nuevo destino, son liberados cuando llegan los cazadores, sus fusiles y sus euros. Allí empieza la persecución. No cuesta mucho matar a estos animales. Están dopados, heridos y desorientados. La resistencia es mínima.

En esta provincia hay 125 cotos de caza mayor y menor, 200 cazadores que todos los años vienen del extranjero, los mejores trofeos son de ciervo colorado y hay pocos pumas para un "mercado" en expansión.

Los seis ejemplares adultos y dos cachorros siguen en el coto, que se convirtió en depositario judicial. Esta vez se salvaron de las balas.

Por Sergio Romano
Para LA NACION - 27.01.2007


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