Tema: Elaboran un inventario de humedales


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  17/07/2007 8:06 amtema inicial  
Fuera de línea Gustavo Fernando Durán
Elaboran un inventario de humedales
Basado en fotos satelitales y trabajos de campo en el territorio nacional

Son los suelos saturados de agua durante largo tiempo; se los considera una reserva estratégica de agua

¿Qué tienen en común la reserva porteña Costanera Sur, los esteros del Iberá en Corrientes y la Laguna Brava en La Rioja? Estos son algunos de los casi 1700 humedales considerados de importancia internacional como para integrar el listado de la Convención Ramsar, que busca preservarlos.

Pero si bien éstos trascendieron las fronteras, no son los únicos de la Argentina. Para conocerlos en detalle, científicos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires los estudian minuciosamente con datos satelitales, y también desde la Tierra, con la información obtenida del trabajo de campo.

"En la Argentina, alrededor del 20 por ciento de la superficie presenta ecosistemas de humedal, pero no sabemos a ciencia cierta qué tenemos en realidad. Por eso estamos tratando de conocerlos. Actualmente colaboramos con la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (Sayds) para llegar a implementar un inventario y clasificación en todo el país", destaca el doctor Rubén Quintana desde el laboratorio de Ecología Regional de la Ciudad Universitaria.

¿Por qué son sitios estratégicos? "Porque son reservorios de agua potable, además de cumplir otras funciones", precisa la doctora Patricia Kandus, también de la Facultad de Ciencias Exactas.

Si bien casi una quinta parte del territorio nacional está conformada por humedales, o sea, suelos saturados por agua durante períodos prolongados, los paisajes que adoptan son muy diferentes. Algunos son muy productivos, como las turberas de extracción minera; otros son los típicos mallines de la Patagonia -ideales para la ganadería-; tampoco faltan los pastizales inundables en la depresión del Salado o los extensos valles de inundación de los tributarios de la Cuenca del Plata, donde se incluye el propio delta del Paraná.

Precisamente, los humedales costeros y fluviales están en la mira de la bióloga Kandus. "En el marco del Programa Espacial Nacional, que lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), cada siete días el satélite argentino SAC-C toma imágenes, que junto con los datos obtenidos del trabajo de campo son las herramientas utilizadas para elaborar mapas de la vegetación y ambiente, y para conocer su estado, su nivel de productividad y su dinámica", puntualiza la especialista, que realiza este trabajo junto con expertos del Instituto Astronomía y Física del Espacio (IAFE).

Crear conciencia

Más allá de que algunos humedales se exploten económicamente, todos cumplen con múltiples funciones ecológicas. "Son sitios de reserva y purificación de agua, amortiguan inundaciones, constituyen sumideros de carbono, numerosos peces los utilizan para cumplir allí parte de su ciclo de reproducción, y además son el hábitat de distintas especies de aves, entre otros animales", enumeran los especialistas.

A pesar de su importancia, no es fácil la tarea de crear conciencia de su preservación. "Nadie duda de que el bosque es bonito, pero el humedal es discutible. Entonces su defensa cuesta y uno apela a resaltar sus aspectos funcionales más que los estéticos", puntualiza Kandus.

La historia también los condena. "Los humedales fueron lugares marginales, asociados con mosquitos y pestes. Eran considerados terrenos que se debían drenar para así convertirlos en áreas productivas a imagen y semejanza de las tierras agrícolas. De este modo se eliminan todos los bienes y servicios que de por sí brindan", agrega Quintana, investigador del Conicet.

De hecho, la Convención sobre Humedales, conocida como Convención Ramsar -por el nombre de la ciudad iraní donde se firmó en 1971-, nació por la preocupación de científicos y naturalistas estudiosos de aves acuáticas, e incluso de cazadores de patos, que veían que los humedales estaban siendo degradados y disminuían así sus trofeos de caza. Con los años, esta concepción tuvo un vuelco y hoy se pretende preservarlos por su importancia ecológica, social y económica", destaca Quintana.

Este cambio en la mirada hacia los humedales ha hecho que en distintas partes del mundo comenzaran trabajos de restauración. "Por ejemplo, la mayoría de los países centrales ha iniciado tareas de recuperación, en las que invirtieron cuantiosas sumas de dinero porque habían eliminado un alto porcentaje de sus humedales originales. Lo ideal sería evitar llegar a esa situación en la Argentina, y aprender de los errores ajenos para no tener que enfrentar estos problemas en el futuro", indica Quintana.

Por ahora, se intenta saber por lo menos qué tenemos. "La Argentina integra la Convención Ramsar, y ésta propone que cada país haga su inventario nacional para contar con información actual del tipo, cantidad y estado de situación de estos sistemas en el mundo. Una vez que se posean estos datos se podrán establecer pautas de manejo o de conservación", concluye Quintana.

De carpinchos y satélites

"Corrientes es la provincia con mayor número de carpinchos, un animal que vive en humedales; a pesar de ser una de las especies de fauna silvestre más utilizadas en el país, poco se sabe del estado de sus poblaciones. Actualmente, en colaboración con la dirección de fauna de la Sayds, realizamos un análisis y una evaluación de su hábitat para generar mapas de aptitud de esta especie que sirvan como base para establecer criterios de manejo sustentable", indica el doctor Rubén Quintana.

Por Cecilia Draghi
Para LA NACION

Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires

fuente: http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=926301&origen=rss


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